Siempre he rechazado la idea de que la vida es cíclica, esa teoría de que hay que cerrar ciclos me parece absurda, pero sí concedo que quizá puedas escribir tu historia a través de capítulos, siempre entrelazados hasta la última página del libro, así, hilados porque uno siempre sirve para que entiendas el siguiente.
Mis amigas de la universidad se indignaron, me han eliminado de sus contactos y han decidido incluso que ya no merezco estar en su círculo cercano. Me duele mucho, pero he pensado que últimamente ya no éramos tan cercanas, aún así me reconocía en ellas. Aún no digiero muy bien lo que ha pasado, pero heme aquí tachando nombres de la lista de amigos a mis 34 años.
No es la primera vez que ser honesta me trae problemas, es cierto, tampoco es la primera vez que les digo lo que pienso. Me enojé de que en su foro particularmente en ese momento mi opinión fuera catalogada como una mamada por no ser “correcta” o por ser “pasional” o “radical”, defendí lo que pensaba y creí ingenuamente que en esa defensa férrea que hice podía juzgar sin problema a una de ellas. Me equivoqué, al parecer la tolerancia no es virtud y Villoro está equivocado hay quienes no convergen con la idea de que el éxito de la amistad radica en tolerar carencias y no exigir virtudes.
Hay muchas cosas que sigo sin entender, el salirme del foro y luego indignarme públicamente (aún sopeso si fue una mala decisión, puedo decir en mi defensa que ya estaba fuera del foro y aún seguía enojada, aún así nunca dije en ese post nada personal en contra de alguna…sino en general lo mucho que me había molestado la censura y su idea de hacer un foro de mamás en el que yo no estuviera incluida) encolerizó a otra de ellas, supongo que con el enojo atravesado me escribió un mensaje en tono iracundo que cuestionaba mi baja autoestima y mi manera de tratar a Romualdo….sí, nunca entendí hasta poco después qué tenía que ver.
Las otras dos no me dieron concesiones y aunque yo intenté buscar a una de ellas, me evadió con un simple “luego hablamos” que ya no sucederá, ni espero que suceda, me sorprendió su cobardía, pero tal vez a estas alturas ni eso deba sorprenderme.
El tiempo lo enfriará todo, el tiempo pasará y las cosas nunca serán las de antes, por eso no me gusta pensar en ciclos, porque la vida pocas veces da segundas oportunidades.
Anoche no pude evitar el llanto y entonces recordé cómo nos hicimos amigas. Tras la lectura del libro Las Muertas de Jorge Ibargüengoitia y ya siendo un grupo a alguien se le ocurrió que podría apodarnos Las Poquianchis, ese mote ha durado casi 14 años.
Entonces caí en la cuenta de que he sido una muy mala amiga, pero nunca lo he hecho de manera intencional.
Ahora me doy cuenta que quizá a Ale no le dije nunca la emoción que me dio la primera vez que nos dijo que había encontrado trabajo. Me acuerdo que entonces iba a ganar 7 mil pesos que a mí se me hacía un dineral. Recuerdo que estábamos en un Sanborns del centro y que al llegar a mi casa mi corazón latía porque ella había encendido mi esperanza, me alegré tanto porque me parecía que se lo merecía…Años después tuve la misma sensación cuando un día en el que no estaba tomando nos confirmó que era porque estaba embarazada, nunca la imaginé de mamá y me dio una sorpresa positiva, creo que no lo sabe pero nunca, nunca pensé mal de ella por aquella decisión, por el contrario, me pareció arriesgado y valiente.
Sin embargo, nunca la fui a ver cuando tuvo a sus hijos, también he faltado a sus cumpleaños, no atiné qué decir cuando murió su abuela y me he perdido casi todos sus momentos felices…Aún así siempre la he admirado, hay cosas que no me parecen de ella, pero que no han impedido que la quiera.
Con Mariangel tenía quizá un lazo más fuerte. Estuvo ahí en el parteaguas de mi vida (mi relación con Ramón) y ha sido mi cómplice y compañera, incluso me conoce más de lo que yo misma me conozco. A veces no entiendo su forma de ser, sobre todo últimamente, su empeño en encajar y su afán por mostrar sus diferencias de manera sórdida, que la hace rayar en contradicciones pero eso tampoco impide que la quiera de manera honesta.
Tampoco la fui a ver cuando se enfermó en el nacimiento de Elías, no estuve cuando Enrique, ni la he ayudado cuando ha necesitado. Nunca le he dicho lo de buenas que me pone escucharla y que me encantan sus ocurrencias, tampoco le he dicho que hay escritos que no me gustan de ella, pero que me admiro de su seguridad para asumirse como es.
No le he dicho que me llena de orgullo como sortea las batallas citadinas, ni que la imagino con su armadura empuñando una lanza con la mano alzada, sí, como una guerrera. Aunque ahora ya no tenga sentido tampoco le he dicho que siempre he pensado que detrás de su afán por ser impenetrable en cuestiones del amor, pienso que ama como ninguna de nosotras sabría hacerlo y eso me hace admirarla…Ahora me gustaría decirle que deje de agobiarse, que se queje menos y que disfrute más.
Ya no voy a justificarme de lo de Elías porque desde el concierto le dije que era una idea muy drástica, pero en fin…Si ella necesita una disculpa segura estoy que un día se la ofreceré de corazón, si eso es lo que quiere, pero hoy no.
Con Raquel quizá nunca he estado tan conectada. Recuerdo que ella siempre ha pensado que yo me siento más que los demás, sobre todo en el plano profesional y sobre todo por mi particular punto de vista sobre el periodismo de espectáculos que siempre he relacionado con la frivolidad. No es así, aunque en Crónica con toda inmadurez pude pensar eso, estando en REFORMA cubriendo el aeropuerto me di cuenta que no era cosa sencilla.
No fui a su boda porque no me invitó me acuerdo haberme sentido igual de ofendida pero al tiempo ni siquiera me acuerdo bien por qué no me invitó y francamente ya no pienso en ello, de todos modos nunca nadie me invita a sus bodas ja, seguro es porque ni me gustan las fiestas de ese carácter. No he estado cuando nacieron sus hijos, no he estado en los cumpleaños, ni en los días de muertos, ni en navidades, es más ni siquiera conozco su casa.
Pero lo que ella no sabe es que siempre que la vi en televisión la presumí a mi mamá…”Ella es mi amiga Raquel” suelo decir cada que escucho alguna de sus cápsulas en TV Azteca. Tampoco me gusta cuando sufre por Rogelio y le he dicho tal vez de manera incorrecta que es un tipo que no sirve para mucho y eso es solo porque me gustaría verla feliz y si me preguntan tiene un dejo de nostalgia que no termina de convencerme de que lo es.
Ella me sorprendió sé que no somos cercanas y sé que ella sabe que yo ya no la veo en el face, porque me eliminó, pero por azares del destino descubrí que decidió depurar amigos….entre los que estoy yo. Es triste que aunque le envié un mensaje no tuvo la valentía de Ale de contestarme…tal vez no tenía nada qué decir o simplemente fue un acto de cobardía como dije.
De Brenda sé muy poco aprendí a quererla como a las otras cuando comenzó a llevarse con nosotros, la asumí como amiga porque era amiga de ellas, creo que nos hemos quedado dos o tres veces solas en alguna reunión y nuestras pláticas se reducen a y ¿cómo te ha ido? Aún así me cae muy bien, me gusta que sea tan diferente, tan en sus ondas. Quizá nunca me haya considerado su amiga y por eso también me bloqueó, pero en realidad también me duele, quizá nunca le digo que a mí me parece que Fausto es muy especial porque ella lo es, como de esos seres humanos rarísimos que vinieron a embellecer el mundo con su rareza, como mi sobrino Andy. No sé, quizá tampoco le he dicho que siempre he notado honestidad en sus ojos y que eso me gusta de ella.
De Ixa no tengo mucho que decir solo que lamento no haber estado más cerca cuando lo de Enrique…ella rompe todos mis esquemas…es la mejor madre que conozco, la mejor amiga, a veces siento que es mi hermana perdida en el tiempo, a veces paso muchìsimo tiempo sin verla, sin saber de ella…(aunque últimamente el face ayuda al contacto) y de pronto nos encontramos a platicar como si nos hubiésemos visto ayer…no soy muy de demostrar mi afecto pero amo ver crecer a Fátima, la inteligencia que demuestra me conmueve hasta los huesos y sé que es fruto del esfuerzo de Ixa y hasta me siento orgullosa. Aunque ella no quiera estaré siempre ahí, y sé que ella estará siempre conmigo. Me ha aceptado como soy, me ha juzgado duramente cuando es necesario, me ha criticado, me ha ayudado a cambiar de opinión sobre algún tema aunque yo me obstine en pensar lo contrario. Ella se mantuvo al margen de lo que pasó aunque su postura se acerca a la mía sé que no dejaría de apoyar a las demás porque las quiere, siempre ha sido así.
Mientras voy camino a buscar una sobredosis de amor maternal para que esta tristeza deje un poco de cercenar mi corazón añoro los años pasados, aquellos días en que reíamos sin parar, en que bebíamos cerveza mientras conquistábamos el mundo, en que hablábamos de sexo o nos dábamos consejos que aún tomábamos en cuenta. Si me preguntan no sé en qué momento se rompió todo, en qué momento tocábamos melodías distintas y cuando intentábamos de vez en cuando escucharnos juntas todo se sentía tan discordante.
En fin, hay heridas que el tiempo no cura, por más que nos esforcemos, hay cosas que nunca vuelven a ser como antes. Todavía hay algo que no entiendo…en su percepción yo hice público mi enojo aunque no me referí a ninguna de ellas en particular, sino a un hecho general de censura. Además de provocar su enojo parece que cometí un crimen fatal, lo que no entiendo fue lo que vino después….me hablan de escarnio y Mariangel puso que es mala madre (haciendo alusión al comentario que hice) pero que no es mitómana y amarra navajas solo por no estar sola. Francamente nunca en ningún otro momento me he sentido menos sola, así que si su intención fue dirigida lamento decepcionarla en el punto, no estoy terriblemente sola. A ese post siguieron los comentarios de Raquel y su anuncio de la hora de bloquear una amiga…Ellas tomaron como ofensa los comentarios de mis amigas, que dicho sea de paso ni siquiera saben de qué estaba hablando ja. Ni siquiera las conocen…entonces no puedo evitar preguntarme…Si eso no es escarnio ¿Cómo se llama? Si es no es juzgar severamente ¿Cómo se llama? ¿No hicieron al final lo mismo de lo que se quejan?
Es triste, pero en mayor medida solo deseo que un día todo esto sea una anécdota más y que aunque las cosas nunca sean iguales, todo pase como un capítulo no muy alegre para entender otro que venga. Espero que haya un día suficiente honestidad para que reconozcamos errores y sigamos adelante…Casi siempre he pagado mis errores, algunas veces con un precio muy alto y otras la verdad la vida me los ha perdonado…no sé que tan bueno sea para ellas que yo sea una mala persona, sólo sé que ellas para mí a pesar de todo no lo son. Que el tiempo haga lo suyo y que juzgar tan duramente me haya enseñado una lección. Esto es lo último que hablo sobre el asunto, como le dije a Chabe hoy me siento bien de saber que hay personas que siempre a pesar de todo confían en mí, incluso más de lo que yo misma confío y que siempre de mi madre vendrá una palmada de aliento, una palabra de esas que reconfortan, que consuelan…al final seguiremos escribiendo aquella historia…que empezamos con Ibargüengoitia y terminamos cuando la maternidad llegó y yo...tuve el atrevimiento de juzgar esperando convencer…