Wednesday, January 7, 2009

Soledad dame la mano...

Sólo el eco en las dos diminutas habitaciones vacías. La lágrima escurriendo por la mejilla, el frío entumeciendo los dedos, el olor del café, el cigarrillo consumiéndose...y el tiempo deteniéndose en instantes tejidos por la soledad.
Hace 48 días que no estás y parece que ha pasado un siglo, sigo caminando en los estrechos pasillos de la desazón, de la incertidumbre. Retumba tu risa en mi cabeza, me taladra los sentidos mientras miro todo vacío.
La soledad me dio la mano desde ese día y no me ha soltado, no quiere soltarme y ahora tampoco quiero que me suelte, se ve mejor todo agarrada de ella, aunque se coma tus ganas de amar.
Por aquí todo sigue igual desde que no estás...el corazón seco, las ilusiones marchitas, los deseos podridos, los llantos desbordados, las horas inútiles, los pensamientos atormentados, todo sigue igual.
Todo sigue igual excepto yo, la vida me consume, como el deseo consumista de la sociedad asquerosamente estereotipada en la que vivimos, queda tan poco de mí que yo misma me desconozco, me he transmutado parezco un alma difuminada ahí entre un montón de recuerdos.
Quiero un milagro...no quiero la respuesta a tu insistente pregunta...¿Crees que podamos volver?...a menos querido mío que alguien haya regresado de la muerte.
Aquí siguen consumiéndose los cigarros, el olor del café, aquí sigue el eco en las habitaciones, el alma desvaída, aquí sigo yo, que ya no soy yo...aquí sigue la soledad, pero tú, tú si te haz ido.

No comments: